Vamos en coche y caminando hasta Aguerda, comemos, visitamos la cooperativa de mujeres artesanas, vuelta a Tailouine y encuentro con la Asociación Migration et Development y un grupo de estudiantes del “instituto”.
Sin formación es aún más difícil
Aguerda está situada entre las montañas del Antiatlas. Para llegar hay que caminar un buen rato porque los autobuses no pueden ir por esa carretera.
Aprovecho entre lineas para confesar que el mapa que hice del itinerario está un poco equivocado… lo renovaré al llegar! 😉
Seguimos… Aguerda ha sido, hasta hace pocos años, un pueblo prácticamente desconocido. Ahora, aunque sigue teniendo una economía muy básica, están pudiendo mejorar su situación gracias al Turismo Responsable.
Allí, un grupo de mujeres ha creado una cooperativa de artesanía. No saben leer, no saben escribir y apenas hablan árabe marroquí (sino bereber). Hacen pequeños diseños de punto de cruz, tapetes de lana… Cosas muy básicas que no tienen casi salida, tan solo lo venden en exposiciones y a algún turista responsable que cae por ahí. Con un poco más de formación sus trabajos podrían mejorar.
Ellas nos cuentan ilusionadas que una voluntaria francesa irá a darles formación para mejorar sus diseños y enseñarles a hacer otras cosas.
La solidaridad y el turismo responsable llevan formación y mejora a rincones como Aguerda. Sobrecogedor…
Verdaderamente Justo 
¡este viaje está resultando apasionante para lectores como yo!
gracias por mantenernos actualizadxs 🙂
Muchas gracias! Ya en casita de vuelta para ordenar fotos, reconstruir experiencias y ordenar nueavs ideas!! 🙂
me alegra saber que regresaste bien – espero que no estés muy triste 🙂
Estoy feliz con las experiencia y llena de ideas! 😉